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Pero a los ciegos no le gustan los sordos, y un corazón no se endurece porque si ~



19 de enero de 2011

Siempre sorprende que pocos tramos de la vida se realcen 
por momentos significativos. La mayoría de las veces, 
pasan antes de comenzar aunque proyectan una luz
sobre el futuro y convierten a las personas que las causo en 
alguien inolvidable.